Nuevos intervalos de tiempos para la aplicación de vacunas COVID-19: La decisión del Ministerio de Salud y Protección Social

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Bogotá. 28 de enero de 2022

Por Manuel Machado

Subdirector de Misión Salud

Mensajes clave:

  • El Ministerio de Salud y Protección Social ha tomado la medida de aplicar la dosis de refuerzo, pasados cuatro meses de completar el primer esquema de vacunación contra SARS-CoV-2 / COVID-19.
  • La evidencia favorece la administración de dosis de refuerzo por la mejora en el sistema inmune, sin embargo, la diminución de tiempos debe estar soportada con el mismo rigor científico. Hay un riesgo plausible en desarrollar enfermedad autoinmune con dosis repetidas de vacunas.
  • Se insta a reconsiderar tiempos de vacunación según evidencia contundente, a priorizar la vacunación en países de bajos recursos y al desarrollo de vacunas centradas en evitar el contagio.
  1. La nueva directriz del gobierno

Desde el 11 de enero del presente año, los adultos mayores de 18 años podrán aplicarse las dosis de refuerzo de la vacuna contra COVID-19 a los cuatro meses después de haber adquirido su esquema de vacunación, según la disposición del Ministerio de Salud y Protección Social. La medida busca disminuir los contagios, en especial por la llegada de la nueva variante ómicron (1).

Alejandro Gómez, Secretario de Salud de Bogotá, manifestó que fue una medida acertada disminuir de seis a cuatro meses el periodo de espera para la aplicación de dosis de refuerzo:

Si lo tomamos por grupo de edad, el riesgo de que la persona, que tiene su esquema incompleto o que no se ha vacunado y está entre los 30 y los 40 años, es casi 20 veces más alto de requerir Unidad de Cuidados Intensivos, UCI, que una persona que tenga el esquema completo de vacunación[1].

El mensaje del gobierno sigue siendo claro: insistir en vacunar a las personas y que se apliquen las dosis de refuerzo cuando sea el caso. La recomendación también señala que en lo posible se debe aplicar una vacuna inicial distinta, ya que esquemas heterólogos parecen mostrar una mejor inmunidad ante un eventual contagio.

Parte de la decisión de acortar tiempos en la aplicación, se debe a la aparición de la variante Ómicron. Los expertos parecen concordar en que esta variante es más contagiosa, pero presenta síntomas menos graves de la enfermedad. Dicha variante fue clasificada como “de preocupación” en noviembre de 2021 (2).

  1. La evidencia vs la posición de la OMS y el riesgo de autoinmunidad

En una nota previa se había señalado que la evidencia sobre la aplicación de esquemas distintos de la vacuna era limitada. Actualmente, ya se cuenta con mayor información y parece que las dosis adicionales de la vacuna de distinto origen, sugieren respuestas inmunes más sólidas, caracterizadas por niveles altos de anticuerpos y células de defensa.  Por ejemplo, una publicación evidenció que terceras dosis de la vacuna de Moderna, Pfizer-BioNTech, AstraZeneca y Sinovac provocan un aumento en niveles de anticuerpos neutralizantes al ser administradas varios meses después de la segunda dosis (3).

Aunque la evidencia parece ser contundente sobre la inmunidad favorable por la aplicación de dosis de refuerzo, la medida de acortar tiempos debería estar amparada en la evidencia. Al respecto La Organización Mundial de la Salud (OMS) solicitó una moratoria para aplicar dosis de refuerzo ante la falta de evidencia en su momento. Hoy en día, dicha Institución sigue en una posición similar argumentando que de nada sirven las dosis de refuerzo si los países de bajos de recursos no han tenido acceso ni a la primera.

De hecho, como una medida para enfrentar la pandemia, la OMS ha establecido el Grupo Consultivo Técnico sobre la Composición de las Vacunas contra la COVID-19 (TAG-CO-VAC), el cual se encarga de estudiar y valorar las consecuencias en salud pública por la aparición de variantes preocupantes de  SARS-CoV-2 / COVID-19, así como sus efectos en la eficacia de las vacunas. Lo anterior con el fin de formular y dar recomendaciones a las que haya lugar. El grupo TAG-CO-VAC ha sido enfático en la aplicación repetida de dosis de refuerzo:

Una estrategia de vacunación basada en dosis de refuerzo reiteradas de las primeras vacunas tiene pocas posibilidades de ser apropiada o viable (4).

El reducir los tiempos de aplicación de dosis de refuerzo de seis a cuatro meses podría generar complicaciones en el sistema inmune a largo plazo. Algunos Inmunólogos han asegurado un posible “desequilibrio del sistema inmunológico” que se produciría si se siguieran poniendo dosis de refuerzo sucesivas en tiempos cortos de tiempo. Alfredo Corell, de la Sociedad Española de Inmunología lo manifiesta:

No podemos estar eternamente haciendo refuerzos y produciendo nuevos y nuevos y nuevos anticuerpos”. ¿Por qué? Porque “un aumento prolongado de los anticuerpos en sangre, a la larga puede traer efectos contraproducentes. Puede producirse una enfermedad mediada por anticuerpos (5).

Marco Cavalieri, jefe de Estrategia de Amenazas Sanitarias Biológicas y Vacunas de la Agencia Europea del Medicamentos (EMA) señala una posible disminución progresiva de la respuesta inmune, en especial en jóvenes sanos:

 

Esto ocurre porque nuestro sistema inmune necesita un tiempo para madurar la respuesta a los antígenos, por lo que esta repetición continua haría la vacunación un poco menos eficiente cada vez (6)

En la página Web de la OMS se establece que no hay certeza sobre la duración de la inmunidad de las vacunas contra la COVID-19, pero los datos actuales indican que la mayoría de las personas tienen una fuerte protección contra la enfermedad grave y la muerte durante al menos seis meses. También comenta que dicha inmunidad puede reducirse más rápidamente en las personas de edad avanzada o que tienen afecciones médicas subyacentes (7). Aunque la posición de Corell habla desde escenarios hipotéticos, el riesgo de autoinmunidad es plausible dada la naturaleza y mecanismo de acción de las vacunas. Por lo mismo, es imperativo que se intensifiquen los programas de farmacovigilancia para monitorizar efectos a largo plazo y se vigilen a aquellas personas que hayan recibido dosis de vacuna a los 4 meses. Hay que recordar que se lleva un año con el Plan Nacional de Vacunación y ya se podrían demostrar efectos a largo plazo los cuales no son evidenciables en los ensayos clínicos previos.

  1. Mensajes de Cierre

Ante la diversidad de información, la posición de la OMS y las medidas tomada por el Gobierno se insta a los diversos actores:

  • A priorizar esfuerzos en vacunar a aquellas personas que no han tenido acceso a la vacuna, en especial de aquellos países de bajos recursos. Entre mayor sea el número de vacunados es menos probable que aparezcan nuevas variantes del virus.
  • A Priorizar esfuerzos desde la industria farmacéutica y la academia, para desarrollar vacunas, no sólo dirigidas a la mitigación de síntomas y hospitalizaciones, sino centradas en evitar el contagio de la enfermedad.
  • A contar con más información relacionada a la reducción de tiempos para la administración de dosis de refuerzo por el posible riesgo de desarrollar enfermedad autoinmune, pues esta información es necesaria, aunque se cuente con evidencia de la mejora en inmunidad a través de los esquemas heterólogos en vacunas. Hasta el momento se considera que las personas tienen una fuerte protección contra la enfermedad grave y la muerte durante al menos seis meses por lo que el periodo de cuatro meses parece ser muy pronto para la medida.
  1. Bibliografía

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El contenido de este artículo está bajo la responsabilidad exclusiva de su(s) respectivo(s)(as) autores(as), por lo que sus contenidos no comprometen a Misión Salud.

[1] Tomado de la cuenta de Twitter:

Secretaría Distrital de Salud on Twitter: ""Para una persona entre 30 y 40 años, que no está vacunada o tiene el esquema de vacunación incompleto, la posibilidad de que requiera hospitalización es siete veces más alta que la de una persona que sí tiene el esquema completo", comenta el secretario @AlejandroGL2014 pic.twitter.com/1v1u5qzr20 / Twitter"

"Para una persona entre 30 y 40 años, que no está vacunada o tiene el esquema de vacunación incompleto, la posibilidad de que requiera hospitalización es siete veces más alta que la de una persona que sí tiene el esquema completo", comenta el secretario @AlejandroGL2014 pic.twitter.com/1v1u5qzr20

. Fecha de consulta: 18 de enero del 2022

 

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