Entre los principales comentarios, las organizaciones e investigadores coinciden en la falta de obligatoriedad con los Estados, financiación y claridad en el lenguaje.
Los contenidos del Tratado apuntan a una preparación ante pandemias para toda la población, no obstante, sus contenidos, si bien son valiosos, se limitan a recomendaciones y no se especifican obligaciones, en especial con los países desarrollados.