2017: otra vez el 301

El 9 de Febrero de 2017, Misión Salud, junto con nuestras aliadas Karisma e Ifarma presentamos una vez más a la Oficina de Comercio de los Estados Unidos (USTR) nuestros comentarios sobre el proceso Special 301, esta vez con miras al reporte que publicarán este año. El USTR presenta al…

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De camino a la Priority Watch List: ¿Al infierno o al cielo?

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De camino a la Priority Watch List: ¿Al infierno o al cielo?

 

 

Por: Luis Guillermo Restrepo Vélez

Columnista invitado

 

Según el Representante Comercial de los Estados Unidos de América, (USTR por sus iniciales en inglés),

“la propiedad intelectual es una fuente fundamental de crecimiento económico y empleos de alta calidad para los Estados Unidos , y es más importante que nunca evitar que los gobiernos y los competidores extranjeros defrauden a los innovadores de los Estados Unidos que están tratando de mantener empleos bien remunerados mediante la exportación sus productos y servicios a los consumidores de todo el mundo”.

Esta argumentación es la base para la aplicación del artículo especial 301 de la Ley de Comercio de Estados Unidos, mediante la cual, anualmente se hace una calificación unilateral del comportamiento de los “socios comerciales”, para verificar que estén protegiendo adecuada y suficientemente la propiedad intelectual y el acceso a los mercados, en beneficio de sus titulares estadounidenses.

La Asociación de Investigadores y Productores Farmacéuticos de América (PhRMA por sus iniciales en Inglés) ha solicitado este año que se degrade a Colombia de la lista de observación (Watch List) a la lista de observación prioritaria (Priority Watch List).  Dentro de esta clasificación unilateral, los países que a juicio de EE. UU. mantienen notorios actos, políticas o prácticas, o cuyos actos, políticas o prácticas tienen un gran impacto adverso (real o potencial) en titulares de Derechos de Propiedad Intelectual de EE. UU. y que no están comprometidos en negociaciones de buena fé para enfrentar estos problemas, se ubican en la categoría PWL. En este supuesto, los países pueden enfrentar sanciones comerciales por parte de los EE.UU., que han estado muy ligadas al Sistema General de Preferencias y a cuestiones como la ayuda que durante años recibió Colombia a través del Plan Colombia y probablemente, de la que reciba para el posconflicto, si es que se llega a un acuerdo en este sentido.

En lugar de acoger la propuesta de PhRMA, el USTR ha conservado a Colombia en la lista de observación, pero al mismo tiempo ha anunciado una revisión fuera de ciclo para el país.  Este no es más que el verdadero inicio de las presiones para que el país acoja los deseos de PhRMA y demás industria multinacional estadounidense con intereses comerciales en Colombia, so pena de que el apoyo incondicional de Estados Unidos a Colombia se quede en un mero anuncio del sr. Presidente durante su más reciente visita a la Casa Blanca.

El hecho en sí mismo no tendría por qué calificarse de negativo si lo que hace EEUU en materia de propiedad intelectual no solo les permitiera lograr el crecimiento económico y empleos de alta calidad, sino que se reflejara en sus propios logros en materia social, especialmente en salud (para lo que se supone que están hechas las medicinas) y fuera beneficioso también para sus contrapartes (en este caso los colombianos). Sin embargo, los hechos dicen cosas muy distintas. Estados Unidos es un país en guerra, con el mayor consumo de medicamentos per cápita, mayor gasto farmacéutico y peores indicadores de salud entre los de la OCDE.  Su sistema de salud es precario y se encuentra, tan postrado como el nuestro, o en peores condiciones, en lo que se refiere a la crisis de la atención de la enfermedad para la franja más vulnerable de sus habitantes, y ese problema, derivado en buena parte de la transferencia de los problemas de la Industria Farmacéutica a la sociedad vía precios de los medicamentos, es uno de los principales factores que tienen en jaque a los diferentes sistemas de salud en el mundo, incluido por supuesto, el colombiano.

Cada quien puede dar consejos, e incluso, intentar imponer sus opiniones, e igualmente, cada quien es libre de aceptarlas o no.  Tal vez convendría que el Gobierno colombiano dejara de avergonzarse de lo suyo e invitara al Estadounidense a compartir la búsqueda de soluciones a los acuciantes problemas que son en buena parte fruto de las propias políticas que se han impulsado, y si el Gobierno de los Estados Unidos no acompaña al país en esta búsqueda del bienestar común, entonces que Colombia siga su propio camino con la cabeza en alto, aunque llegue a la Priority Watch List, porque como dice el Evangelio de San Mateo: “Y si tu mano derecha te hace pecar, córtatela y arrójala. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo, y no que todo él vaya al infierno”.

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