Licencias obligatorias: casos en el mundo

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Algunos casos activos

Perú

Perú derrocha millones de soles por medicamento patentado
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COLOMBIA

Durante el primer semestre de 2015 ha estado en curso el proceso de declaración de interés público de imatinib.

Casos pasados

Varios son los países que se han atrevido a ejercer este derecho/obligación en sus 21 años de reconocimiento, a pesar de las amenazas de las grandes multinacionales farmacéuticas y las presiones diplomáticas de sus gobiernos. A continuación se presenta una lista no exhaustiva de ellos:

Brasil

A finales del siglo pasado tomó la decisión de combatir frontalmente la epidemia del VIH-Sida, para lo cual requería la oferta de antirretrovirales (ARV) a precios asequibles. El simple anuncio de que se proponía conceder licencias obligatorias hizo que el costo medio del coctel ARV cayera en un 72%, lo que bajó a la mitad la tasa de mortalidad por esta enfermedad y, según el PNUD, ha ahorrado al sistema nacional de salud miles de millones de dólares (1200 millones en el período 2001-2005).[1]

Algo similar ocurrió pocos años después (2007) con el ARV para el tratamiento del VIH-Sida efavirenz (Stocrin®, de Merck), el más usado en el país. Su preció cayó a partir del otorgamiento de licencia obligatoria de 1,60 a 0,45 dólares por dosis, o sea un 72%. Gracias a ello el sistema de salud se ha ahorrado 236 millones de dólares[2].

En 2001, la noticia de que el gobierno estaba dispuesto a conceder licencia obligatoria para el ARV nelfinavir (Viracept®, de Pfizer), hizo que el fabricante aceptara una reducción del precio del 40%. Igual sucedió con lopinavir, tenofovir y atazanavir, cuyos precios bajaron 37%[3].

Malasia

Primer país asiático en hacer uso de este derecho. En el 2003 concedió licencias obligatorias relativas a seis ARV patentados: la combinación de didanosina (de Bristol-Myers Squibb) + estavudina + nevirapina, y la combinación de zidovudina (de Glaxo Smith Kline) + lamivudina + efavirenz. En el primer caso el precio cayó de US$261 a US$45 (83%) y en el segundo de US$363 a US$115 (68%). El número de pacientes tratados gratuitamente subió de 1500 a 4000 [4].

Indonesia

IndonesiaEn el 2004, 2007 y 2012 el gobierno de este país, el cuarto más poblado del mundo, concedió licencias obligatorias para tres ARV: efavirenz (Stocrin®, de Merck), lamivudina (Epivir ®, de Glaxo) y nevirapina (Viramune®, de Boehringuer). Adicionalmente, en el 2102 el gobierno autorizó licenciar las patentes de seis medicamentos para el VIH-Sida y la hepatitis B, para uso del gobierno: abacavir (Ziagen®, de Glaxo, didanosina (Videx®, de Bristol-Myers Squibb), lopinavir/ritonavir (Kaletra®, de Abbott), tenofovir (Viread®, de Gilead), la combinación tenofovir/emtricitabina, de Gilead), y la combinación tenofovir/emtricitabina/evafirenz, de Gilead.

Tailandia

Entre el 2006 y el 2007 concedió licencias obligatorias para la producción y comercialización de las versiones genéricas de siete medicamentos: un anticuagulante (clopidogrel, Plavix® de Sanofi), dos ARV para el Sida (efavirenz, Stocrin®, de Merck, y lopinavir/ritonavir, Kaletra®, de Abbott) y cuatro oncológicos (docetaxel, Taxotere®, de Sanofi-Aventis; letrozole, Femara®, de Novartis; erlotinib, Tarceva®, de Roche, e imatinib (Glivec®, de Novartis). Los precios cayeron en el caso del Kaletra 67%, efavirenz 87% y el resto 98%.

India

En 2012 otorgó licencia al fabricante de genéricos local Natco Pharma para el oncológico sorafenib (Nexavar®, de Bayer), cuyo precio se redujo un 97% (de 5500 a 175 dólares mensuales), lo que ha abierto las puertas del acceso a la totalidad de los pacientes que lo necesitan. Animado por este resultado, ahora India ha iniciado el proceso de concesión de licencia obligatoria para otros tres medicamentos oncológicos de uso común: trastuzumab (Herceptin®, de Roche), dasatinib (Spricel®, de Bristol_Myers Squibb) e ixabepilona (Ixempra®, de Bristol-Myers Squibbb, a los que hoy no pueden acceder miles de pacientes debido a los “precios depredadores fijados por los fabricantes”[5].

Otros países que han emitido licencias son: en América Latina, Ecuador, y en África Eritrea, Ghana, Mozambique, Sudáfrica, Zambia y Zimbabue.

En todos los casos hay evidencias de que se logró romper los precios de monopolio, proteger el derecho de los ciudadanos a acceder a los medicamentos que requieren y liberar recursos del sistema nacional de salud para atender otras necesidades sanitarias prioritarias.

Estados Unidos

De acuerdo con la ley vigente[6] el Gobierno no tiene que buscar una licencia obligatoria o negociar una patente cuando el uso sea para sí mismo. Cualquier funcionario público puede usar o autorizar el uso de la patente. El titular de la patente tiene derecho a una compensación pero no puede impedir el uso.

Bajo esta norma, en 2001 ante la amenaza terrorista del Antrax el Departamento de Salud autorizó la importación de versiones genéricas de la ciprofloxacina con el objeto de poder conformar un stock del antiviral suficiente para cubrir la totalidad de la población expuesta a la bacteria. Bastó el anuncio de la medida para que el fabricante del medicamento pionero (Cipro®, de Bayer), aceptara en solo 48 horas un descuento del precio cercano al 50% del precio.

De igual manera, en varias ocasiones la FTC[7] ha concedido licencias obligatorias para diversos productos patentados. Algunos ejemplos pueden encontrarse en el libro de Martin Khor aquí citado.

 

COLOMBIA

Se inició el proceso de solicitud de licencia obligatoria para el medicamento lopinavir/ritanovir (Kaletra de Abbvie).

[1] Secretaría del PNUD, Comisión Global sobre VIH y Derecho. Riesgos, derechos y salud. New York, julio de 2012. Citada por Holguín, G., op. cit. p. 179.

[2] Khor, M. Compulsory License and Government Use to Promote Access to Medicines: Some Examples. Third World Network 2014, p. 15.

[3] Khor, M. op. cit. p. 16.

[4] Khor, M. op. cit.

[5] Ghosh, A. Citado por Holguin, G., op. cit. p. 181.

[6] 28 USC 1498

[7] FTC

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