El fin de la emergencia sanitaria internacional por COVID-19: Lecciones y aprendizajes

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Bogotá. 18 de mayo de 2023

Por Manuel Machado

Subdirector de Misión Salud

Mensajes clave:

  • La OMS declaró el fin de la emergencia sanitaria global por SARS-CoV-2 / COVID-19 luego de más de tres años de que este virus se categorizara como una emergencia de salud pública de importancia internacional.
  • Es importante tener en cuenta las lecciones y aprendizajes adquiridos para la preparación ante posibles futuras emergencias sanitarias.
  1. Introducción

El pasado 5 de mayo del año en curso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el fin de la emergencia sanitaria por SARS-CoV-2 / COVID-19 en el mundo. Tal anuncio fue realizado después de más de tres años de que este virus fuera declarado como situación de emergencia global por la misma Organización.

Esta pandemia no solo trajo consigo cambios en el estilo de vida de la población, sino que obligó a los países a priorizar esfuerzos en la contención del virus, así como en la investigación para encontrar tratamientos y vacunas efectivos. La economía en el mundo se vio afectada por esta emergencia, se tuvieron que implementar cuarentenas obligatorias y en especial, se agudizaron los problemas de acceso a medicamentos para las poblaciones más vulnerables. A continuación algunas reflexiones.

  1. El anuncio de la OMS

La declaración del fin de la emergencia sanitaria global por SARS-CoV-2 / COVID-19 fue hecha por Tedros Adhanom Gebreyesus, Director General de la OMS:

 Ayer, el Comité de Emergencias se reunió por decimoquinta vez y me recomendó que declarara el fin de la emergencia de salud pública de importancia internacional. He aceptado ese consejo. Por lo tanto, declaro con gran esperanza el fin de COVID-19 como emergencia sanitaria internacional (1)

El hecho que el SARS-CoV-2 / COVID-19 ya no sea una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII) se traduce en que en los países ya no se sigan implementando los procesos rigurosos que se venían teniendo con la emergencia y hagan la transición hacia procesos de control y vigilancia menos estrictos e integrados junto a los mismos que se utilizan para otras enfermedades infecciosas persistentes. No obstante, es de resaltar que si bien la emergencia sanitaria ha terminado de manera oficial, el COVID-19 sigue presente en la sociedad, por lo que no se podrán perder los logros obtenidos si se deja de considerar al virus como una prioridad en salud pública.

  1. Recomendaciones hechas por la OMS

Dado que el SARS-CoV-2 / COVID-19 sigue presente, la OMS recomienda tomar las siguientes medidas (2):

  • Preparación para emergencias futuras y proteger logros ganados en términos de capacidad nacional.
  • Integración de la vacunación contra COVID-19 en los programas nacionales de vacunación.
  • Continuar el reporte de datos ante la OMS.
  • Integración del COVID-19 a los programas de vigilancia de agentes patógenos respiratorios.
  • Preparación para la autorización de vacunas, tratamientos y test de diagnóstico COVID-19 en marcos regulatorios.
  • Continuación del trabajo con la comunidad para el manejo de la infodemia.
  • Eliminación de medidas relacionadas con COVID-19 en viajes internacionales según evaluaciones de riesgo.
  • Apoyo en la investigación para mejorar vacunas y comprensión del virus.
  1. Reflexiones y aprendizajes

Se destacan las siguientes lecciones y experiencias que pueden ser de insumo para futuras emergencias sanitarias:

  • Es necesario que exista una genuina solidaridad y cooperación internacional: Durante la pandemia se observó el “nacionalismo de vacunas” fenómeno en el que países de altos ingresos acapararon dosis de vacunas en cantidades innecesarias dejando a países de escasos recursos sin acceso a las mismas. En su momento un 75% de las dosis de vacunas estuvieron aseguradas solo para 10 países:

Lo ideal hubiese sido que los países de alto recursos hubiesen tenido en cuenta las realidades de otros países y haberse solidarizado con aquellos de escasos recursos permitiendo un acceso equitativo para todos (3).

  • Se deben incentivar mecanismos de transferencia de tecnología: Misión Salud reseñó a lo largo de la pandemia la iniciativa C-TAP mejor conocida como “Acceso Mancomunado a Tecnología contra la COVID-19” (4).

Esta iniciativa consiste en una plataforma de intercambio para que las vacunas, pruebas, tratamientos y tecnologías contra el COVID-19 sean accesibles para todos, siendo la participación de carácter voluntario. Desafortunadamente fueron pocas las tecnologías compartidas ya que prevaleció el interés comercial sobre el social (5).

  • Se deben ser más rigurosos con la aplicación de salvaguardas de Propiedad Intelectual: A pesar que el COVID-19 fue declarada un problema de salud pública global, los salvaguardas para proteger la salud pública no fueron aplicados de la mejor manera. Misión salud reseñó el discutido Waiver, solicitud hecha por los gobiernos de India y Sudáfrica ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), en que se proponía suspender la implementación, la aplicación y el cumplimiento de determinadas obligaciones del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) para el tratamiento, la prevención y la contención del COVID-19. Incluso con lo obvio de la situación el Waiver solo fue aprobado para vacunas dejando por fuera tratamientos y test de diagnóstico.

Otro caso se dio con el uso de licencias obligatorias, figura en Propiedad Intelectual en el que las autoridades conceden licencia a empresas o personas distintas del titular de la patente para usar los derechos de la patente sin el permiso de este. El South Centre realizó un estudio mostrando que el uso de estas licencias es útil para favorecer el acceso a tecnologías sanitarias (6).

Para el caso de Colombia, el último avance se dio con la firma del memorando de entendimiento para la producción de vacunas, acuerdo suscrito entre el Ministerio de Salud y Protección Social, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, el Instituto Nacional de Salud (INS), y la Alcaldía Mayor de Bogotá (7).

  • Se deben propiciar mecanismos de transparencia y objetividad en la información. Se puede abordar este aprendizaje desde dos perspectivas:
  • La primera desde la gobernanza. Muchos laboratorios y gobiernos no hicieron pública la información referente a los acuerdos de compras de vacunas y adquisición de otras tecnologías sanitarias, vulnerando procesos de transparencia y rendición de cuentas ante la ciudadanía.
  • La segunda desde la infodemia. La información errada o tergiversada en torno al COVID-19 circuló sin control en las poblaciones. Esta situación llevó a campañas en contra de las medidas de salud pública, datos epidemiológicos imprecisos o alterados, y evidencia falsa o sesgada que en algunos contextos modificó el comportamiento de la población (8).
  1. Perspectivas

Para mayo del 2023 se celebrará la 76ª Asamblea Mundial de la Salud. Su tema este año será el de “La OMS cumple 75 años salvando vidas y promoviendo la salud para todos” donde uno de los componentes clave será la preparación ante futuras pandemias. Es imperativo que estos aprendizajes y lecciones sean tomados en cuenta para que los abordajes de eventuales emergencias sanitarias se aborden desde un enfoque de salud pública. Al respecto Misión Salud hará cubrimiento a tan importante evento y se reseñarán temas de interés en salud pública.

  1. Bibliografía

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El contenido de este artículo está bajo la responsabilidad exclusiva de su(s) respectivo(s)(as) autores(as), por lo que sus contenidos no comprometen a Misión Salud.

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