Durante este mes (26 y 27 de septiembre) se llevarán dos reuniones trascendentales para la salud global, al interior de las Naciones Unidas.
Durante las reuniones se emitirán las declaraciones políticas de las Naciones Unidas sobre abordaje de la Tuberculosis y las Enfermedades No Transmisibles (enfermedades cardiovasculares -como los ataques cardiacos y los accidentes cerebrovasculares-, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas (como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el asma) y la diabetes); enfermedades que afectan de manera desproporcionada a países de ingresos medios y bajos, donde se registran más del 75% de las muertes por ENT (32 millones)1.
El resultado de estas reuniones deberían ser ambiciosas Declaraciones Políticas, respaldadas por los Jefes de Estado de los 191 estados miembro, que refuercen las acciones y las inversiones para enfrentar estas enfermedades y salvar así millones de vidas.
Las dos declaraciones se encuentran en riesgo y nuevamente en la mesa de negociación, puesto que uno país miembro Estados Unidos) ha rechazado el uso de un lenguaje favorable al uso de las salvaguardas de la salud pública contenidas en los ADPIC2. Dado que las declaraciones políticas de las Naciones Unidas se emiten basadas en el consenso, los y las negociadores están buscando encontrar un lenguaje que satisfaga las demandas de los Estados Unidos y a la vez garantice a los países el respaldo a la hora de usar las salvaguardas a las que tienen derecho.
Es importante que la sociedad civil a nivel mundial acompañe y monitoree estas negociaciones exigiéndole a sus gobiernos apoyar una declaración que incluya un lenguaje en favor de la salud pública y de los derechos fundamentales, como lo es el derecho a la salud. Podemos seguir los sucesos alrededor de las negociaciones a través de los hashtags (etiquetas) en Twitter: