Ha sido parte de nuestra reflexión interna el problema de la resistencia antibiótica. Por este motivo decidimos compartir con ustedes herramientas informativas de los principales organismos de salud (OMS, OPS, INS, entre otros).
¿Qué es la resistencia antibiótica o antimicrobiana?
La resistencia a los antimicrobianos es la capacidad que tienen los microorganismos (como bacterias, virus y algunos parásitos) de impedir que los antimicrobianos (como antibióticos, antivíricos y antipalúdicos) actúen contra ellos. En consecuencia, los tratamientos habituales se vuelven ineficaces y las infecciones persisten y pueden transmitirse a otras personas.1
¿Cuál es la situación actual?
El informe Antibacterial agents in clinical development – an analysis of the antibacterial clinical development pipeline, including tuberculosis de la OMS2, revela la grave falta de nuevos antibióticos en fase de desarrollo para combatir la creciente amenaza de la resistencia a los antimicrobianos.
De acuerdo con el reporte la mayoría de los fármacos que se están desarrollando son modificaciones de clases de antibióticos ya existentes que ofrecen soluciones solamente a corto plazo. En el informe se indica que hay muy pocas opciones terapéuticas posibles para las infecciones resistentes a los antibióticos señaladas por la OMS como las mayores amenazas para la salud, y que incluyen la tuberculosis farmacorresistente, que causa alrededor de 250 000 fallecimientos cada año.
Además de las bacterias causantes de la tuberculosis multirresistente, la OMS ha identificado 12 clases de patógenos prioritarios –algunos de ellos causantes de infecciones frecuentes como la neumonía o las infecciones en las vías urinarias– que son cada vez más resistentes a los antibióticos existentes y requieren con urgencia nuevos tratamientos.
En el informe se mencionan 51 nuevos antibióticos y biofármacos en desarrollo clínico que se podrían utilizar para tratar infecciones causadas por los patógenos resistentes a los antibióticos más prioritarios, además de la tuberculosis y las enfermedades diarreicas ocasionadas por Clostridium difficile, que pueden ser mortales.
Sin embargo, solo ocho de estas moléculas con potencial terapéutico han sido clasificadas por la OMS como tratamientos innovadores que ofrecerán alternativas válidas al actual arsenal de antibióticos.3
Una reciente nota de prensa4 informó sobre la retirada de las grandes farmacéuticas abandonan la investigación antibacterial y antiviral. Según esta nota Novartis se une a AstraZeneca Plc, Sanofi, Allergan Plc y Medicines Co., GlaxoSmithKline Plc, poniendo en revisión algunos de sus activos de antibióticos.
De acuerdo con un exejecutivo y asesor de la industria la causa de esta retirada es un “quiebre en el mercado”
Estamos en un punto en que la resistencia se mueve mucho más rápido que nuestra capacidad para proporcionar nuevos antibióticos. Ésta es solo otra en una larga sucesión de malas noticias.
– David Shlaes
¿Qué estamos haciendo?
Existe un plan mundial para combatir este fenómeno cuyo objetivo principal es asegurar el tratamiento y la prevención de enfermedades infecciosas con medicamentos de calidad garantizada, seguros y eficaces, y sus objetivos específicos son:
- Mejorar la concienciación y la comprensión con respecto a la resistencia a los antimicrobianos a través de una comunicación, educación y formación efectivas;
- reforzar los conocimientos y la base científica a través de la vigilancia y la investigación;
- reducir la incidencia de las infecciones con medidas eficaces de saneamiento, higiene y prevención de las infecciones;
- utilizar de forma óptima los medicamentos antimicrobianos en la salud humana y animal;
- preparar argumentos económicos a favor de una inversión sostenible que tenga en cuenta las necesidades de todos los países, y aumentar la inversión en nuevos medicamentos, medios de diagnóstico, vacunas y otras intervenciones.
¿Cuánto sabemos de la resistencia antimicrobiana?
La Organización Mundial de la Salud ha desarrollado un test para evaluar nuestros conocimientos sobre este fenómeno de salud pública. Les invitamos a explorarlo y a evaluar sus conocimientos.
Herramientas
¿Qué podemos hacer?
El plan de trabajo sobre resistencia antibiótica involucra a diversos actores: gobiernos, productores, prescriptores y usuarios tienen roles fundamentales en la estrategia de manejo de esta amenaza a la salud global.
10 datos sobre la resistencia antibiótica5
- ¿Qué es la resistencia a los antimicrobianos? La resistencia a los antimicrobianos, o fármacoresistencia, es la capacidad que tienen los microorganismos (como bacterias, virus y algunos parásitos) de impedir que los antimicrobianos (antibióticos, antivíricos o antipalúdicos) actúen contra ellos. En consecuencia los tratamientos se vuelven ineficaces y las infecciones persisten y pueden transmitirse a otras personas.
- La farmacorresistencia es un problema mundial. En los últimos años, el uso y el abuso de los antimicrobianos ha incrementado el número y los tipos de microorganismos resistentes. En consecuencia, muchas enfermedades infecciosas podrían volverse incontrolables. Con el crecimiento del comercio mundial y los viajes internacionales, los microorganismos resistentes pueden propagarse rápidamente a cualquier lugar del mundo.
- Las causas. La farmacorresistencia es un fenómeno evolutivo natural. Cuando los microorganismos se exponen a un antimicrobiano, los más sensibles mueren, quedando solo los resistentes, que a su vez pueden transmitir esa resistencia a su descendencia.
- El uso inadecuado de los medicamentos es una de las claves de la farmacorresistencia. Contribuyen el uso excesivo, el uso insuficiente y el uso inapropiado. Se requiere de una colaboración y compromiso de los prescriptores, farmacéuticos y dispensadores, la industria farmacéutica, el público y los pacientes, y los formuladores de políticas, para que los pacientes estén informados de la necesidad de tomar las dosis correctas.
- La falta de acceso a medicamentos de calidad también contribuye a la farmacorresistencia. En algunos países la falta de acceso a los antimicrobianos fuerza a los pacientes a tomar tratamientos incompletos o a buscar alternativas, entre las que pueden estar los medicamentos de calidad subestándar.
- La ganadería es una fuente de resistencia a los antibióticos. En la ganadería se utilizan dosis subterapéuticas de antibióticos para fomentar el crecimiento o para prevenir enfermedades, lo que puede llevar a la aparición de organismos resistentes que se transmitan al ser humano.
- Las deficiencias de la prevención y el control de las infecciones amplifican la farmacorresistencia. Los pacientes hospitalizados son uno de los principales reservorios de microorganismos resistentes y los pacientes portadores de esos microorganismos pueden ser fuente de infección para otros.
- La debilidad de los sistemas de vigilancia contribuye a la propagación de la farmacorresistencia. Aunque la vigilancia de la aparición de farmacorresistencia en la tuberculosis y la infección por VIH está mejorando, siguen siendo pocas las redes bien establecidas que recopilan y comunican periódicamente datos relevantes sobre la farmacorresistencia.
- Prácticamente no hay nuevos instrumentos en fase de desarrollo para luchar contra la farmacorresistencia. Los antibióticos y antiparasitarios existentes, y en menor medida los antivíricos, están perdiendo su efecto. Al mismo tiempo, las inversiones en el desarrollo de nuevos antimicrobianos son insuficientes, y lo mismo ocurre con las nuevas vacunas para prevenir y controlar las infecciones.
- La OMS pide a todos los actores involucrados participación activa en la lucha contra la resistencia antimicrobiana. En la Asamblea Mundial de la Salud 68, se aprobó el plan de acción