El lunes de esta semana, desde Atlanta y tras una intensa semana de negociación, los Ministros de Comercio de los 12 países parte del TPP anunciaron que concluyeron satisfactoriamente las negociaciones de todos los asuntos críticos que estaban pendientes (minuto 22:25 del hipervínculo) y que a partir de este momento los equipos de trabajo de los países emprenden la tarea de revisar los textos, producir el borrador final y traducirlo.
Para las personas que hemos venido haciendo seguimiento a este delicado y largo proceso de negociación es muy difícil pronunciarnos en favor o en contra de lo cerrado en Atlanta, por la sencilla razón de que, como consecuencia del secretismo y la falta de espíritu democrático que ha caracterizado el proceso, desconocemos en absoluto los textos negociados.
Gracias a filtraciones que ocurrieron meses atrás, podemos tener una idea de las disposiciones relativas a propiedad intelectual y sus graves implicaciones sobre la salud pública de los países en desarrollo parte del Acuerdo, pero se trata de meras suposiciones toda vez que se sabe que los textos filtrados fueron objeto de modificaciones en los días posteriores a la filtración y particularmente en los últimos días. De allí que lo primero que estamos solicitando por enésima vez, a través de organizaciones aliadas con sede en Estados Unidos, es que se liberen y divulguen los textos negociados, a fin de facilitar una evaluación objetiva por parte de todas las personas con interés en proteger los derechos humanos en el marco de este acuerdo comercial.
En concepto del profesor Brook Baker, Asesor Senior en Política de Health Global Access Project, “el TPP concedió grandes beneficios a la ya obscenamente rentable industria farmacéutica multinacional las cuales lograron que se extendieran los términos de las patentes farmacéuticas en compensación por retrasos en el proceso regulatorio o patentario, que se obligue a otorgar patentes para nuevos usos de medicamentos ya conocidos, que se garanticen monopolios para moléculas de síntesis química y de origen biológico a través de la protección de datos, que se dé oportunidad para la oposición al registro sanitario de medicamentos genéricos (ya sea de síntesis química o biológicos) en caso que se pudieran amenazar derechos patentarios y que se fortalezcan los poderes en observancia, incluyendo la incorporación de la rendición de cuentas ante árbitros privados como parte del Sistema de Solución de Diferencias Inversionista- Estado cada vez que las expectativas de lucro por parte de Pharma, derivadas de sus “inversiones” en propiedad intelectual, se vean frustradas”*.
Médicos Sin Fronteras, por su parte, ha expresado “su consternación ante el hecho de que los países del TPP hayan accedido a las demandas del gobierno de los Estados Unidos y las compañías farmacéuticas multinacionales, las cuales aumentarán el precio de los medicamentos para millones innecesariamente, extendiendo monopolios y más aún retrasando la competencia genérica de bajo precio”*.
Según Public Citizen, “La administración Obama se mostró a sí misma dispuesta a arriesgar toda su agenda comercial para satisfacer la avaricia del lobby farmacéutico. En este sentido, las personas tratando de entender por qué los precios de los medicamentos son tan altos encuentran una respuesta descorazonadora en las negociaciones del TPP: la industria farmacéutica ha comprado una enorme influencia ante estos líderes políticos”*.
En meses pasados tuvimos conocimiento del interés del Gobierno Colombiano de adherir al TPP y de que esto no se ha podido concretar porque los protagonistas del tratado han tomado la decisión de no considerar solicitudes de adhesión sino con posterioridad a la firma del mismo. En este panorama, aquellos han advertido que, de acuerdo con las reglas de juego convenidas entre todos los países parte, los países interesados en adherir deberán hacerlo bajo el concepto de “lo toma o lo deja”, es decir, sin derecho a cuestionar los textos firmados, los cuales son inmodificables.
En este contexto:
Solicitamos al Gobierno Colombiano que el proceso de decisión y posible adhesión al TPP se adelante con total transparencia, permitiendo a todos los actores interesados acceso pleno a los textos del tratado, y que se realice un ejercicio de evaluación seria y objetiva de los pros y contras de la adhesión en todos los campos, incluidos salud, educación, derechos de autor, agricultura, medio ambiente y demás sectores sociales potencialmente afectados.
De nuestra parte, ofrecemos al Gobierno nuestra colaboración para todo lo relacionado con propiedad intelectual y acceso a medicamentos necesarios para la salud y la vida.
Es nuestra esperanza que el Gobierno tome las medidas necesarias para asegurar a todos los ciudadanos el pleno ejercicio del derecho de participar activamente en todo el proceso de evaluación de este acuerdo comercial y que al final de este ejercicio se decida lo que más convenga integralmente no sólo al comercio sino a todo el pueblo colombiano.
* Texto original en inglés, traducción hecha por Misión Salud.